Proyecto Actuar para Vivir

Enseñanza del lenguaje teatral como alternativa de expresión para los jóvenes de San Juan de Lurigancho.

3.2.05

 

Memorias del proyecto ganador del IV Concurso Anual de Proyectos de Responsabilidad Social entre Jóvenes Universitarios, organizado por Consorcio de Universidades y PerúPromesa. Auspiciado por la fundación W.K. Kellogg.
Directores:
Paloma Carpio Valdeavellano / ludipaloma@hotmail.com
Natalia Consiglieri Nieri / la_cons_@hotmail.com
Julio César Mateus Borea / jmateus@aloe.ulima.edu.pe
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Al final de este viaje...
Paloma Carpio Valdeavellano (*)

Actuar para vivir surge en julio del 2003, cuando entusiasmados por nuestras propias constataciones en el quehacer teatral decidimos compartir nuestra experiencia con otros.
Desde nuestra propia vivencia reconocimos que el teatro nos brinda riquísimos recursos para potenciar nuestras capacidades físicas e intelectuales, así como nuestras habilidades sociales. Con estas certezas y gracias al contacto que establecimos con la ONG Educa y con funcionarios de la Municipalidad de San Juan de Lurigancho, decidimos que este distrito era el indicado para ejecutar nuestro proyecto.

San Juan de Lurigancho es el distrito más poblado del Perú y su principal recurso es el empuje de sus habitantes; cualquier iniciativa que tenga como objetivo fomentar el desarrollo de las capacidades de sus habitantes merece ser apoyado.

Luego de más de un año de trabajo con aproximadamente 17 chicos de entre 15 y 18 años y, a pesar de las dificultades que se presentaron, tenemos la satisfacción de saber que la experiencia ha sido muy positiva para los chicos que nos acompañaron durante todo este tiempo, así como para nosotros.

A través del trabajo con zancos, ejercicios de ritmo, de confianza y, sobre todo, de ejercicios colectivos logramos cumplir con nuestro primer objetivo: Lograr que los chicos confíen en sí mismos y que reconozcan que con el teatro podían divertirse y decir mucho.
Con este primer logro nos orientamos a trabajar en nuestro segundo objetivo: Conseguir que los participantes del proyecto encuentren en el teatro un medio para expresar sus miedos, sus problemas y sus anhelos. Así surgieron muchos temas: la familia y la necesidad de que esta esté siempre unida, el miedo a terminar el colegio, las diferencias sociales, etc.
El tercer objetivo era realizar un montaje teatral a partir de los temas y situaciones que surgían. Por las dificultades con los horarios, la disposición y la motivación de todos los implicados en el proyecto, este objetivo no se logró completamente. Sin embargo, la posibilidad de compartir con el público y de replicar la experiencia se presentó en muchos momentos durante el tiempo de trabajo. La participación en el III Festival Internacional de teatro de Calles Abiertas de Comas (FITECA 2004), la colaboración en diferentes actividades a las que fuimos convocados por Educa, las clases de teatro que los chicos participantes del proyecto compartieron con sus compañeros de colegio, así como las salidas al teatro, entre muchas otras actividades, han hecho que las expectativas que teníamos al iniciar el proyecto se vean superadas ahora, en su culminación.

Muchas gracias a todos los que nos apoyaron durante todo este tiempo.


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Chicos del proyecto preparándose para las clases de zancos.

 
Teatro, juego y desarrollo
Natalia Consiglieri Nieri (*)

El teatro, el medio de expresión del hombre a través de su propia voz y cuerpo, es en esencia un juego. Como en todo juego hay en él imaginación, entretenimiento, relaciones de grupo, reglas, riesgos y capacidad de iniciativa.

El teatro pensado como juego nos permite experimentar lo anterior, creando nuevos valores y virtudes en el grupo con el que se trabaja. Nos permite expresarnos y hacernos escuchar a través de un medio que no ejerce limitaciones económicas: el recurso de nuestra propia voz y cuerpo.

Sentirnos escuchados nos hace asumir con más responsabilidad lo que comunicamos, nos obliga a reconocerlo y afrontarlo.

Sentirnos escuchados nos hace confiar en nosotros mismos y en nuestra capacidad de crear emociones en otro. No sólo jugamos sino que hemos creado algo que otros aceptan y valoran.

Por otro lado, el teatro exige a sus integrantes responsabilidad y respeto hacia el grupo, ser capaces de escuchar las propuestas del otro, puntualidad, etc. No se espera contar necesariamente con esto desde el inicio. Es a través de la pasión por juego, el compromiso y las ganas de decir algo, la forma más honesta y nuestra, que estos valores se generan.


Apostamos por esto.

(*) Escribirle un correo electrónico.


En una de las aulas del colegio "El Porvenir", donde se llevaron a cabo los talleres.

 
Presentación

“El teatro es uno de los más expresivos y útiles instrumentos para la edificación de un país y el barómetro que marca su grandeza o descenso. Un teatro sensible y bien orientado en todas sus ramas, desde la tragedia al vodevil, puede cambiar en pocos años la sensibilidad de un pueblo, y un teatro destrozado, donde las pezuñas sustituyan a las alas, puede achabacanar y adormecer a una nación entera. El teatro es una escuela de llanto y de risa, y una tribuna libre, donde los hombres pueden poner en evidencia morales viejas o equívocas y explicar con ejemplos vivos normas eternas del corazón y del sentimiento del hombre”.

Federico García Lorca: Charla sobre teatro.


El ser humano ha necesitado siempre un medio para expresar su visión del mundo, su realidad, sus sueños. El teatro, desde de su origen en Grecia, ha definido un espacio en el que el pueblo ve reflejada su realidad y por lo tanto se hace conciente de ella, motivando la acción y el cambio.

El año pasado, gracias al apoyo de la ONG EDUCA, tuvimos la oportunidad de representar en tres colegios de San Juan de Lurigancho una pequeña obra de teatro que giraba en torno a la relación alumno-profesor en un salón de clases
[1]. La obra no tenía texto y les pedimos a los alumnos, al terminar la representación, que nos comenten sus impresiones y que intenten darle un sentido a lo que habían visto. Fue muy estimulante ver que se sentían identificados con las situaciones que planteábamos y que proponían posibilidades para solucionar el conflicto que se les presentó. Al conversar con los alumnos nos comentaron que no habían tenido antes ningún tipo de contacto con el teatro y manifestaron su deseo de participar de una experiencia semejante.

Siguiendo con la conversación pudimos identificar muchos de los problemas que referían, entre ellos, uno que llamó mucho nuestra atención y tiene que ver con la separación entre los jóvenes de SJL y el resto de la capital. Sabemos también que hace pocos años surgió una iniciativa que tuvo mucho eco el la población de SJL que proponía hacer del distrito una provincia. Estos datos nos permiten afirmar que un importante sector de la población de este distrito no tiene un sentimiento de pertenencia hacia la ciudad de Lima, lo que produce que se excluyan y se desvinculen de la dinámica de la ciudad.

Esta fue una gran motivación para comenzar este proyecto, que creemos puede propiciar un medio por el cual, nuestra población-objetivo, alumnos de cuarto de secundaria de diez colegios de San Juan de Lurigancho, verbalicen y planteen sus problemas, comenzando por los más inmediatos hasta llegar a reflexiones más profundas, de modo que encuentren soluciones que les permitan vivir mejor como colectividad.

Por otro lado, vemos que un distrito tan importante como San Juan de Lurigancho, que tiene alrededor de un millón de habitantes y es el distrito más poblado del Perú, no tiene ningún grupo artístico consolidado que busque entender la realidad de su distrito.
[2]

Corroboramos el potencial enorme que ofrece el teatro en las experiencias de los distritos de Comas y Villa El Salvador, donde la aparición temprana de grupos de teatro como “La Gran Marcha”, “Vichama”, “Arena y Esteras”, entre otros, ha contribuido a la consolidación de su identidad y les ha permitido abrirse y mostrar su realidad, tanto al resto del país, como al extranjero. Incluso por segundo año consecutivo, un trabajo coordinado entre los grupos de teatro, la Municipalidad y la comunidad del distrito de Comas permitió la organización del “2do Festival Internacional de Teatro de Calle (FITECA 2003)”, en donde colectivos, tanto del país como del extranjero tuvieron ocasión de mostrar sus creaciones, logrando hacer de este evento un espacio de intercambio y una plataforma de integración artística del distrito de Comas con otras experiencias del continente.

Además, el teatro, por comprender elementos propios de la música, la danza, las artes plásticas, la literatura y por darse en un tiempo y en un espacio real y presente, constituye un vehículo trasmisor de ideas, costumbres y tradiciones propias de una sociedad. Un grupo social que no se expresa no logra construir una identidad propia. En ese sentido, las posibilidades que el teatro nos ofrece son infinitas y sirven tanto para la resolución de problemas muy específicos e inmediatos como problemáticas estructurales y de mayor alcance.

La palabra Lurigancho es una derivación del término Ruricancho que significa en quechua "Lugar oculto, que no se ve". Nuestro objetivo, con este proyecto, es que a través del teatro, los pobladores de San Juan de Lurigancho y del resto del Perú, conozcan lo que está “oculto” en este distrito: El espíritu emprendedor de sus habitantes, su acervo cultural, los sitios arqueológicos que ahí se encuentran, como Pedreros (viviendas en las orillas de los cerros, en Campoy), Canto Grande (campo de rayas de aparente uso astronómico y religioso, parecido al de Nazca, hoy desaparecido), Canto Chico, Mangomarca, Campoy, El Sauce (corrales y enterramientos humanos), Huachipa, Potrero Tenorio (cerámica escultórica de ofrendas), entre otros atributos del distrito, logrando que los habitantes se sientan identificados con él.

Visita al Teatro "La Plaza", en Larcomar.

 
Resumen Ejecutivo
San Juan de Lurigancho es el distrito con mayor población del Perú. Del millón de habitantes que posee, el 14% está en edad escolar[1] lo que lo define como un distrito joven. Su importancia económica y social es cada vez más relevante para nuestra capital. A pesar de esto, SJL no cuenta con espacios de expresión artística y cultural consolidados (como sí los tienen Villa El Salvador y Comas), menos aún, que contribuyan con la construcción de mecanismos que expresen su problemática y que, a su vez, sean un espacio de entretenimiento.[2] Nuestro objetivo, entonces, es contribuir a la formación de un espacio de expresión artística y cultural en el distrito de San Juan de Lurigancho, trabajando en particular con sus jóvenes para lograr, a través de él, un espacio de crítica y debate sobre los temas que los involucran como parte de su colectividad.
Los jóvenes son especialmente vulnerables a los problemas sociales. Esta es una de las causas de los altos índices de pandillaje, deserción escolar, anomia. Esto, en parte, por no encontrar otras opciones de desarrollo que les permita insertarse de manera más armónica a la sociedad en la que se desenvuelven.
Para ello, convocaremos a jóvenes estudiantes de cuarto de secundaria de colegios de San Juan de Lurigancho que vienen trabajando con la ONG Educa. La elección de estudiantes de cuarto de media facilita la ejecución del proyecto por cuanto disponen de mayor tiempo, están en capacidad de organizarse por ellos mismos, y su madurez, iniciativa y motivación serán fundamentales para llevar a cabo el proyecto y asegurar su continuidad. Consideramos que trabajar con estudiantes es necesario ya que pasan por un momento fundamental de su desarrollo en el que cuestionan su futuro. El hecho de que aún estén en el colegio los relaciona también con un momento esencial del aprendizaje. Otorgar una alternativa artística de desarrollo favorecería tanto el uso productivo de su tiempo libre como una posibilidad laboral nueva.
El proyecto se plantea inicialmente para ser realizado en el plazo de un año, durante el cual, en una primera etapa, se enseñarán las herramientas básicas de las artes escénicas. Posteriormente, se trabajará, partiendo de lo anterior, la identidad y los problemas que como grupo necesiten expresar y solucionar. Los tres meses siguientes se trabajará una creación colectiva que, finalmente, será mostrada en presentaciones itinerantes en distintos espacios de San Juan de Lurigancho y en otros de la capital.
Nuestro objetivo es que al cabo de estas presentaciones se convoque a nuevos interesados en el proyecto, que funcionará en lo sucesivo de manera autogestionaria, formando así nuevas promociones que no se limitarán a estudiantes escolares sino a todos los interesados del distrito. La idea es que se consolide un espacio artístico, popular, sólido y auténtico en San Juan de Lurigancho que, a su vez, contribuya a difundir la cultura y las potencialidades del distrito a todo el país.
Esta experiencia ya ha sido llevada con éxito en otros lugares[3]. Para lograr una experiencia similar en San Juan de Lurigancho contamos con el apoyo de diferentes artistas nacionales[4] con experiencia en la enseñanza del teatro; así como con el apoyo de la ONG EDUCA y la Municipalidad de SJL.
La ejecución del proyecto tiene un presupuesto estimado de US$ 3 998 dólares que incluye todas las etapas previstas, desde la convocatoria hasta la evaluación final una vez culminado el proyecto.[1] Información obtenida gracias a la ONG EDUCA y Municipalidad del San Juan de Lurigancho.[2] Íbid.[3] En Brasil se lleva a cabo la experiencia de “El teatro del oprimido” bajo la conducción de Augusto Boal.[4] El grupo Yuyachkany, estudiantes de Artes Escénicas de la PUCP y miembros del grupo “La Tarumba” han manifestado su interés en apoyar el proyecto.

Premiación de Actuar para Vivir juntos con otros dos proyectos ganadores del IV Concurso de Proyectos de Responsabilidad Social entre Jóvenes Universitarios, organizado por el Consorcio de Universidades y PerúPromesa.

 
Una experiencia completa
Julio César Mateus Borea (*)

Hacer balances es engorroso, y hacer clausuras de un proyecto, simplemente absurdo. De lo que podemos hablar es de etapas que terminan para dar paso a otras. Y lo que queremos decir de esta, que hoy acaba, no entraría en una página. Sin embargo podemos esbozar algunas ideas sueltas. Actuar para Vivir finaliza este primer acto junto con un año cargado de vivencias. Y convivencias, de algún modo.

Natalia, Paloma y yo iniciamos juntos el proyecto –aunque yo me acoplé cuando la idea ya estaba cuajada, valgan verdades- en un momento indicado de nuestras vidas. La universidad iba dejando sus huellas y teníamos la certeza de que era tiempo de compartir. De poner manos a la obra, literalmente. Teníamos en claro que desarrollo no es dar un vaso de leche al que lo necesite, sino ayudar formular, desde nuestras posibilidades profesionales, escenarios distintos. Trabajar en contra de la idea asistencialista de desarrollo era honrar una formación recibida, en el colegio y en la universidad, y asumir el compromiso que tenemos como peruanos que ansían un país distinto.

Actuar para Vivir nos dio la oportunidad de acercarnos a dos universos hasta entonces desconocidos: el de liderar un taller -que involucra la docencia y la capacitación de personas-; y el que conforman los adolescentes en sí mismo, con sus motivaciones, inquietudes y posibilidades. En el primero, nuestra capacidad de compartir con otros el conocimiento adquirido en los años de universidad y darnos cuenta que en nuestras carreras, a diferencia de otras, uno no sabe cuánto puede dar hasta que se empieza a mover en el terreno. Motivar un cambio desde una perspectiva comunicacional, en este caso el teatro, resultó una experiencia completa y un reto motivador: Preparar los talleres, conseguir invitados, preparar las salidas y, ¡como no!, llevar las cuentas de lo que veníamos gastando (hay chistes de abogados pero luego de nosotros también debería de haber de comunicadores administrando dinero). En el segundo, descubrir en los adolescentes una oportunidad de expresar ideas frescas, de descubrir un distrito como San Juan de Lurigancho, con un potencial económico y humano impresionante.

Trabajar en este proyecto significó lidiar con temas como compromiso, puntualidad, violencia, familia, drogas, Comisión de la Verdad, país y culturas acercándonos a ese mundo que componen adolescentes en una realidad injustamente apartada. Fue también repensar la educación como un espacio de libertad y responsabilidad y reavivar nuestro propio compromiso con la sociedad.


Con el correr de los meses, la falta de motivación por ambos lados se hacía evidente. No pocas veces terminamos dándonos ánimos mutuamente porque una sensación de frustración e impotencia se apoderaba de nosotros. Pero pequeños gestos nos empujaban a seguir. La última semana pedimos a los chicos traer cosas importantes en su vida y uno trajo el diploma que le habíamos otorgado en mérito a su esfuerzo. Entonces nos dimos cuenta que la estadística sobra cuando trabajamos con personas. Que si algunas personas pudieron un día decir “valgo, pienso y expreso lo que siento”, entonces nuestro esfuerzo valió la pena. Nuestra gratitud a los chicos del proyecto: prometedor futuro de un país que empieza a encontrarse a sí mismo mirándose a sí mismo.

(*) Escribirle un correo electrónico.


Dinámica de grupo en el aula del Educentro "Kuyaywasi", de la ONG Educa.

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febrero 2005  

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